Se ha dedicado durante 11 años a enaltecer el oficio de chocolatero, explorando y mostrando la calidad del cacao a través de sus múltiples trincheras.
José Ramón se fogueó con reconocidos chefs en México, París y Barcelona (a los 23 años, Berasategui lo premió como el cocinero joven chef de Cataluña), pero cuando conoció al campeón del chocolate europeo su vida dio un giro de 360 grados, y de las cocinas pasó a los cacaotales y los talleres de producción.
Ahora lleva más de una década dedicándose a todo aquello que implican el cacao y el chocolate dentro de los mundos dulce y salado: bebidas, heladería, bombonería, pastelería y postres al plato.

Su dulce historia inició con Que Bo!, chocolatería donde, al principio, ofrecía tabletas sólidas y bombones con pequeñas catas acompañadas de vino espumoso. Esta idea fue madurando y con el tiempo ofreció otras posibilidades que ahora disfrutamos a manera de bebidas como el tascalate y el tejate, así como en pastelería con cacao (entremets, petits gâteaux, helados, macarrones y postres al plato), catering y opciones saladas.

Su pasión por el cacao lo han llevado a posicionar a Que Bo! como una de las mejores chocolaterías del mundo, según la Guía del Club de Creuquers du Chocolat, a ser un embajador del cacao mexicano con la SAGARPA y un master chocolatier, de acuerdo con la Universitéde Cergy-Pontoise. Por si fuera poco, en Colombia concretó un proyecto social conocido como Factor Cacao.
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